Fotografía: Peru.com
Se accionó la maquinaria alemana. Las piezas clave de la selección de Löw han conseguido engranar y de qué manera. Alemania se ha conseguido llevar de calle el partido de octavos de final contra la selección eslovaca que poco pudo hacer.
Alemania quería cerrar el partido cuanto antes, y en el minuto ocho de partido ya se ponía por delante con gol del central del Bayern Múnich, Jerome Boateng. Eslovaquia ya estaba perdida. Quiso reaccionar, pero Alemania no le dio opción a la reacción.
Poco antes del descanso, los pupilos de Löw tuvieron que pasar un par de sustos. Primero Özil fallaba una pena máxima y luego Neuer sacaba una jugaba que bien podía haber valido el empate. El combinado germano cerraba el partido con gol de Mario Gómez tras una maravillosa jugada de Julian Draxler, el jugador más destacado del partido.
Los eslovacos llegaban tarde a todos los cruces, los Kroos, Özil, Draxler y compañía hilaban jugadas de ensueño que pudieron aumentar la cuenta en varias ocasiones. Alemania era un rodillo y no daba ni un momento de reposo al rival.
Julian Draxler, incansable, no quería conformarse con la asistencia y después de un rebote empalmaba un balón de bolea a la escuadra que hacía el definitivo tres a cero. Alemania venció y convenció. Tras las dudas que había dejado en la fase de grupos, ha demostrado que es una firme candidata a ganar a ganar la Eurocopa.
Redactado por Marco Antonio Osado. Twitter: @Marco25112
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